“Esto es lo último que me ha llegado” balbuceó como único argumento el esmirriado
vendedor de mirada lánguida de la disquera “Fuente Musical” de Surquillo
mientras nos alcanzaba el flamante y entonces desconocido para muchos,
pero ahora super famoso álbum “Trilogy” del mega grupo británico de rock
sinfónico-progresivo Emerson, Lake & Palmer; y claro, no necesitaba decir
más, ya que al ver nuestros ojos
iluminarse con solo ver la portada del disco donde aparecían los rostros
de aquellos tres melenudos cual efigies
griegas grabadas en una moneda de colección, seguro que
pensaría que esa era su venta del día, y vaya que lo fue.
Ya casi terminaba el
verano del 72, a la sazón, yo tenía 16 años y recuerdo que junto con Christian y
Danilo habíamos juntado algunas escasas monedas y uno que otro billete sobrantes de nuestros precarios
jornales sacrificialmente ganados a
punta de lágrimas, sudor y manchas de helados derretidos, salpicados por toda nuestra ropa, para ir en pos de lo que nos dictaban los
impulsos de nuestra desaforada adolescencia, la música.
A decir verdad, no se
con exactitud qué influyó en nuestra decisión de llevar ese disco y no otros
más populares y de ritmos pegajosos; aunque creo que una razón fue, el hecho de que las radios,
llámense Miraflores, Atalaya u 1160, radios todas ya fenecidas, pasaban en sus espacios musicales la única
canción más o menos digerible (según el gusto comercial y consumista de la
época) del disco, a saber, “From the
beginning”, melodía que, paradójicamente no representaba necesariamente el género que
cultivaba ELP. Un par de décadas más tarde ya seríamos conscientes de que habíamos adquirido
una verdadera joya de la música contemporánea, la mejor del grupo, según algunos
expertos. Es a partir del momento en que comienzo a entender esa música, que me
vuelvo un “progger” o casi uno (alguien que gusta del rock
progresivo); es que, una vez que uno escucha esta música, ya no quiere otra cosa; además que, un fan de los Beatles, quizás mejor informado que el promedio
como yo, tiene que gustar del rock de cualquier tipo, y si de sofisticación se
trata, el Trilogy no puede faltar en
la colección.
He aquí "From the beginning" (letras incluídas)
(Había establecido como
regla no pasar las 200 palabras, pero tengo forzosamente que añadir lo siguiente para hacer justicia al título)
25 años después:
25 años después:
Comenzaba octubre del 97, y aquellos
legendarios héroes de mi temprana (y porque no, tardía) adolescencia, venían
a Lima para un concierto en el desaparecido (no por un tsunami precisamente)
Muelle Uno. Este inesperado y jamás
imaginado concierto se había anunciado hacía meses, aunque muy tibiamente. El evento había sido programado para agosto, y
recuerdo haberle dicho literalmente a Celia: “No pagamos ni el agua, ni la luz
ni el teléfono y nos vamos al concierto”
tal es así que corrimos a la archiconocida, y también desaparecida farmacia
Deza y compramos nuestras entradas, y cuando ya las teníamos en nuestras manos, las contemplábamos con incredulidad y temor, como si se fueran a desvanecer, pues era para no creerlo. Transcurren unos días y en una gris y fría mañana aparece colgado un aviso con un dramático comunicado en la puerta
del local: Se suspende el concierto de ELP hasta nuevo aviso, y en letras casi
ilegibles se sugería a los usuarios estar atentos a nuevas noticias. ¿Por qué? , Nos preguntábamos; ¿será que nos persigue la maldición de ser
un país subdesarrollado al que rehúsan venir las mega estrellas de la música? ,
por allí algún diario dio a conocer la causa: Keith Emerson el tecladista se
había fracturado una mano en Santiago, razón por la cual la banda tuvo que
regresar a Inglaterra. El pesimismo y la desazón se posesionaron de
nosotros y ya pensábamos en lo peor, pero ¿qué podría ser lo peor? pues que no
toquen en nuestro postergado país tercermundista y
nos quedemos frustrados por el resto de nuestros días. Una semana después
vuelvo a ir a la farmacia Deza, y veo otro anuncio: “El concierto se
realizará en setiembre”, con un suspiro proveniente, sabe Dios desde donde y no con pocas dudas regreso a
casa con las nuevas. Luego de un par de semanas o más, llegamos a la quincena de setiembre, entonces, presa de un aplastante desconcierto
enrumbo nuevamente al establecimiento de la avenida Conquistadores, donde me doy cuenta que no era el único fan atribulado ya que había una veintena de
personas arremolinadas ante la puerta, y alcanzo a escuchar las quejas de algunos
que esperaban que el local abriera, ya que habíamos ido muy temprano y no era
para menos, había que hacer la guardia, cosa en la cual los peruanos nos hemos
especializado. Ahora hay otro cartel colocado en el centro de venta y esta vez se nos comunica que el
concierto de realizaría en forma definitiva en octubre. En aquella ocasión la
novedad sería la presencia de representantes de la empresa organizadora quienes
aseguraban que de todas maneras tendría lugar tan esperado evento. Más calmado ya y
entendiendo que solo nos quedaba confiar y esperar me embarco en mi rutina de
cada día.
Finalmente llegó el
gran día en que estos semidioses de la música aparecerían en el escenario del
ahora ya mítico Muelle Uno. Solo diré que desde la entrada se podía ver la
imponente batería de Carl Palmer, que más parecía una artillería pesada de percusión, sí, aquella misma que conocíamos por una foto aparecida en la revista alemana Pop, publicación
que solíamos comprar en la librería Ultramar, otro negocio extinto de Miraflores. Pero, para qué
seguir escribiendo, veamos este video en
el cual aparece Emerson en acción, en un acto que va más allá de lo meramente
musical y que mortales comunes y corrientes como nosotros pudimos ver con
nuestros propios ojos:
"Trilogy" es una pieza fundamental en el soundtrack de mi vida, como lo es también el "Brain Salad Surgery", otra obra maestra de ELP, del cual escribiré más brevemente (prometido) en una próxima publicación.
Oz