Thursday 26 June 2014

"A ver, ponlo"

Escuchar esas palabras provenientes de los labios de mi progenitor, me tomó por sorpresa -¡¿qué cosa?!,¿he oído lo que creo que he oído? – pero  era verdad, de pronto Glicerio se había mostrado interesado en el disco que acababa de comprar. Le expliqué que el género musical que estaba a punto de escuchar, no eran precisamente baladas “nuevaoleras” , esa noche, sin embargo, se me permitió impregnar el ambiente de la sala con las crecientes y contínuas  descargas de “Tocatta”, pieza que, en sí, es la más intensa y agresiva del álbum, - ¿cuál será su reacción? – me preguntaba temeroso; una vez terminada la audición, me pareció, creo yo, que su insinuada sonrisa, inmediatamente reemplazada por la perplejidad de su expresión, dejaba ver su esfuerzo por  tratar de achicar la innegable brecha generacional.


No había sido solo el entusiasmo del hijo del ahora finado Domingo Rullo, lo que me convenció de comprar el “Brain Salad Surgery”, - pero fíjate esos títulos, Jerusalem, Tocatta, Benny the bouncer – me decía con sospechosa euforia, mientras me mostraba el 33  de ELP en su ya desaparecida tienda de instrumentos musicales y discos de la av. Larco 375; sino, el conocimiento que ya tenía de la música de estos genios. Pero, el gesto de mi padre, es sin duda alguna lo más preciado, ya que lo considero como el factor que propició que este álbum tenga un imperecedero significado sentimental para mí, y sea parte importante del soundtrack de mi vida.

Oz

Aquí tenemos la canción "You still turn me on" que es algo así como la calma después de la tormenta, ya que es el track que sigue a la portentosa"Tocatta".




Tuesday 3 June 2014

El Sinatra británico y la cajita plateada


Terence Parsons, más conocido como Matt Monro, ocupa un lugar especial en mi soundtrack ya que sus canciones fueron quizás las primeras que escuché en lo que vendría a ser un equivalente del ipod, en el distante año en que se compuso “Hey Jude”, quiero decir en 1968. Era mi tercer bisiesto, y no podía ese año ser la excepción, mi viejo tenía que regalarme algo especial, tal es así que llegando de la chamba me alcanzó una cajita de forma rectangular color plateada; lo que sucede es que no estaba envuelta en papel de regalo, sino que la cubierta era de ese color brillante que lo rodeaba de misterio, -¿qué será esto?- pensé; cuando lo abrí, me quedé totalmente sorprendido, tenía en mis manos un flamante radio transistorizado portátil;                                                    
  - ¿para qué le has regalado eso? Ahora lo va a tener todo el día pegado a la oreja! – diría la tía Tuca en el siguiente desayuno dominguero. La verdad es que nunca imaginé recibir semejante regalo, por el cual bendigo a mi padre, ya que dicho aparatito se convertiría en mi conexión con el mundo de la música, y allí escucharía al Sinatra británico cantar en español, siendo él angloparlante: “Quizás no supe hablar cuando debí…”

Oz